miércoles, 2 de mayo de 2018

Un fantasma infeliz



Un fantasma infeliz.

Narrador: Son las 11 en punto de la noche y Kate y Sally, dos hermanas gemelas, duermen profundamente en su desordenado dormitorio. De repente, se oyen unos golpes en la chimenea y Kate se despierta sobresaltada.
Kate: ¡Ah! ¡Sally, despierta! ¡Vamos, despierta! ¡Oh, estás profundamente dormida!
Sally: ¿Qué pasa, hermanita? ¿Por qué me despiertas?
Kate: Hay un ruido y viene de la chimenea.
Sally: Yo no escucho ningún ruido, Kate. Vamos, déjame dormir.
Kate: ¡Sshh! ¡Escucha! ¡Ahí está! ¿Lo oyes? Es un fantasma.
Sally: ¡Bah, eso no es un fantasma! Es el viento. Mira, ahora está en silencio, Kate. Quiero dormir, estoy cansada.
Narrador: Ahora son las 12 en punto de la noche y Kate se ha despertado de nuevo con un sonido desconocido que ha escuchado.
Fantasma: ¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Kate: ¡Vamos, Sally, despierta!
Sally: ¿Qué pasa ahora, Kate?
Kate: ¡Escucha bien, Sally! Es un fantasma.
Fantasma: ¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Sally: Ya te he dicho que eso no es un fantasma. Es el viento que sopla en la chimenea. Duérmete de una vez, por favor.
Kate: El ruido es cada vez más fuerte. ¡Oh, no! ¡Estoy asustada!
Fantasma: ¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Sally: ¡Qué haces, Kate!
Kate: ¿No lo ves? Meterme en tu cama. Tengo miedo.
Narrador: De repente, un fantasma salió de la chimenea. Un fantasma totalmente blanco que se echó sobre la cama y que decía...:
Fantasma: ¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Narrador: Un fantasma de los de verdad, que movía los brazos y decía cada vez más alto:
Fantasma: ¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Narrador: Entonces, Sally, como es una chica muy valiente, se puso de pie en la cama y le dijo:
Sally: ¡Uhhh para ti también! ¡Uhhhh! ¿No sabes qué hora es? ¿No tienes un reloj? Es más de medianoche. Ahora vete. Quiero dormir.
Fantasma: ¡Uhhh..., bua, bua, bua..!
Kate: ¿Qué te pasa, fantasma?
Fantasma: ¡Bua..., estoy tan solo! ¡No tengo ni un amigo!
Kate: ¡Pobre, fantasma! Yo seré tu amiga.
Fantasma: ¡Oh, gracias! Y vendré a verte todas las noches.
Sally: ¡Oh, no! Todas las noches, no.
Kate: De acuerdo. Vendrás una vez a la semana y sin hacer ruido.
Fantasma: Sin hacer ruido. Lo prometo. Gracias. Hasta la semana que viene. Adiós.
Kate: Adiós. Te veré la semana que viene.
Sally: ¡Viva! Ahora podré dormir.
Narrador: Y el fantasma se marchó en silencio por la chimenea.

Vídeo y audio de este cuento, aquí.

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