Un
fantasma infeliz.
Narrador:
Son las 11 en punto de la noche y Kate y Sally, dos hermanas gemelas,
duermen profundamente en su desordenado dormitorio. De repente, se
oyen unos golpes en la chimenea y Kate se despierta sobresaltada.
Kate:
¡Ah! ¡Sally, despierta! ¡Vamos, despierta! ¡Oh, estás
profundamente dormida!
Sally:
¿Qué pasa, hermanita? ¿Por qué me despiertas?
Kate:
Hay un ruido y viene de la chimenea.
Sally:
Yo no escucho ningún ruido, Kate. Vamos, déjame dormir.
Kate:
¡Sshh! ¡Escucha! ¡Ahí está! ¿Lo oyes? Es un fantasma.
Sally:
¡Bah, eso no es un fantasma! Es el viento. Mira, ahora está en
silencio, Kate. Quiero dormir, estoy cansada.
Narrador:
Ahora son las 12 en punto de la noche y Kate se ha despertado de
nuevo con un sonido desconocido que ha escuchado.
Fantasma:
¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Kate:
¡Vamos, Sally, despierta!
Sally:
¿Qué pasa ahora, Kate?
Kate:
¡Escucha bien, Sally! Es un fantasma.
Fantasma:
¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Sally:
Ya te he dicho que eso no es un fantasma. Es el viento que sopla en
la chimenea. Duérmete de una vez, por favor.
Kate:
El ruido es cada vez más fuerte. ¡Oh, no! ¡Estoy asustada!
Fantasma:
¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Sally:
¡Qué haces, Kate!
Kate:
¿No lo ves? Meterme en tu cama. Tengo miedo.
Narrador:
De repente, un fantasma salió de la chimenea. Un fantasma totalmente
blanco que se echó sobre la cama y que decía...:
Fantasma:
¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Narrador:
Un fantasma de los de verdad, que movía los brazos y decía cada vez
más alto:
Fantasma:
¡Uhhh! ¡Uhhhh!
Narrador:
Entonces,
Sally, como es una chica muy valiente, se puso de pie en la cama y le
dijo:
Sally:
¡Uhhh para ti también! ¡Uhhhh! ¿No sabes qué hora es? ¿No
tienes un reloj? Es más de medianoche. Ahora vete. Quiero dormir.
Fantasma:
¡Uhhh...,
bua, bua, bua..!
Kate:
¿Qué te pasa, fantasma?
Fantasma:
¡Bua...,
estoy tan solo! ¡No tengo ni un amigo!
Kate:
¡Pobre, fantasma! Yo seré tu amiga.
Fantasma:
¡Oh,
gracias! Y vendré a verte todas las noches.
Sally:
¡Oh, no! Todas las noches, no.
Kate:
De acuerdo. Vendrás una vez a la semana y sin hacer ruido.
Fantasma:
Sin
hacer ruido. Lo prometo. Gracias. Hasta la semana que viene. Adiós.
Kate:
Adiós. Te veré la semana que viene.
Sally:
¡Viva! Ahora podré dormir.
Narrador:
Y
el fantasma se marchó en silencio por la chimenea.
Vídeo y audio de este cuento, aquí.
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