![]() |
Ilustración: Gusti |
¿Quién
recoge las cacas del perro?
(Ricardo
Alcántara, adaptado)
Madre:
¡Pablo o Papá, uno de vosotros, que abra la puerta!
Pablo:
Yo voy, mamá. Estoy levantado, iba para el cuarto. ¿Quién será
tan tarde? ¡Oh, qué perro más simpático! ¡Es precioso! ¡Papá,
mamá, mirad qué perro nos han dejado en la puerta de la casa!
Padre:
¡Oh, qué cachorrito más lindo! ¡Se nota que es de raza!
Madre:
¡Alto ahí los dos! ¿Que os conozco! En casa no quiero perros.
Pablo
y Padre:
Pero, ¿¡por qué!?
Madre:
Pues... porque yo tendría que ocuparme de él.
Padre:
No digas eso, mamá. Te equivocas, nosotros lo cuidaríamos, ¿verdad,
Pablo?
Pablo:
Claro que sí, papá.
Madre:
Ah... ¡como si no os conociera!
Narrador:
Ya tenemos al perro durmiendo, aquella misma noche, en una caja junto
a la chimenea.
A
la mañana siguiente.
Pablo:
Uhmm..., ¿qué te parece Zambo?
Padre:
No sé, no sé..., no me gusta. Zambo es la persona que tiene juntas
las rodillas.
Pablo:
Papá, llevamos ya más de media hora así, sin ponernos de acuerdo
sobre el nombre...
Padre:
¿Y Tento?
Pablo:
¡Mira, está moviendo el rabo! Parece que le gusta.
Padre:
Y mucho. No para de moverse.
Pablo:
¡Tento! ¡Tento! Mi cachorrín.
Así
te llamaremos, ¿verdad, papá?
Padre:
Bonito nombre: corto y sonoro. ¡Tento!
Madre:
Mmmm..., esto no me gusta nada.
Narrador:
Tento era divertido y cariñoso, pero como cualquier perro tenía sus
inconvenientes... ¡también hacía caca!
Madre:
¡Lo que faltaba! ¡Haciendo sus necesidades en medio de la cocina!
¡Eh, vosotros, los amantes de los perros, ya estáis sacando a Tento
a la calle a que haga sus necesidades! ¿Entendido?
Pablo:
No te preocupes, mamá. Nosotros nos encargaremos, ¿verdad, papá?
Padre:
Por supuesto. Lo sacaremos dos veces al día. Así no ensuciará la
casa.
Madre:
Ya podéis estar comprándole una correa para cuando lo saquéis de
paseo.
Pablo:
A la orden. Vamos, papá, a por la correa.
Narrador:
A la mañana siguiente con Tento de paseo por la calle, se
encontraron con un policía municipal.
Policía:
Buenos días.
Padre:
Buenos días.
Policía:
Bonito perro. ¿Es vuestro?
Pablo
y Padre:
Sí.
Policía:
¿Supongo que recogerán las cacas de esta monada de perro? Porque en
caso contrario les recuerdo que tengo un talonario de multas que les
está esperando.
Padre:
No se preocupe agente. Vamos, Pablo, que Tento está sospechosamente
dándoles vueltas a aquel árbol.
Pablo:
Corre, papá, cógelo en brazos antes de que se la haga.
Narrador:
Ya en casa...
Pablo:
¡Qué susto, mamá, Tento estuvo a punto de hacerse caca con el
policía allí delante!
Madre:
¿Y quién pensáis que va a recoger las cacas del perro?
Padre:
¡Oh, yo desde luego no, qué asco!
Pablo:
¡Pues anda que a mí! Yo de pensarlo, tengo fatigas.
Pablo
y Padre:
¡Qué asco!
Madre:
Pues alguien tendrá que recogerlas.
Pablo:
Ya lo tengo: le enseñaremos a hacerlo en el water, como hacemos las
personas.
Padre:
No veo esa solución muy clara, Pablo. ¿Tú lo ves sentado en la
taza del water?
Pablo:
La verdad es que no, papá...
Madre:
Me parece que no hay otra solución: ¡tendremos que regalarlo! ¡Y a
ver quién lo quiere!
Padre:
Eso no es una solución, querida, ¡es un disparate!
Pablo:
Mirad, Tento, parece que nos ha oído y ha salido disparado.
Madre:
¿¡No habrá salido corriendo para hacer otra vez caca en la
cocina!?
Pablo:
No, mamá, se ha escondido debajo de mi cama.
Padre:
Creo que tienes razón, no tendremos más remedio que regalarlo.
Pablo, ven, tendremos que dar el perro a alguien...
Pablo:
¡Papá...!
Madre:
¡Vaya par de inútiles! Me ocuparé yo de las cacas del perro.
Narrador:
Al oírla, Tento corrió a su lado, mientras saltaba y meneaba el
rabo lleno de alegría.
A
partir de entonces, Tento solo atendía a su ama. A los otros les
ignoraba como si no les viera.
Pablo:
Anda, Tento, ven, toma una galleta rellena de chocolate.
Padre:
Tento, bonito, coge la pelotita.
Narrador:
Y Tento, ni caso, a ninguno de los dos. Toda su atención se la
dedicaba a su ama. Claro, Pablo y su padre rabiaban de celos porque
el perro ni siquiera les dirigía la mirada.
Pablo:
¿Qué podríamos hacer para que nos eche cuenta, papá?
Padre:
No lo sé, hijo.
Madre:
Yo sí lo sé. Cuidad a Tento como yo lo hago y ya veréis como todo
cambia.
Narrador:
Aunque a regañadientes, no tuvieron más remedio que aceptar la idea
de la madre. ¡No había otra salida! Así que cuando llegó la hora
de sacarlo a la calle para hacer sus necesidades le pusieron su
correa y salieron sin protestar.
Pablo:
¡Vamos, Tento!
Narrador:
Y cuando llegó el momento más delicado, Pablo y su padre,
recogieron las cacas del perro en una bolsa de plástico.
Pablo:
Ánimo, papá.
Narrador:
A partir de entonces, Tento jugaba con unos y otros volviendo la
normalidad a toda la familia.
El
audio y vídeo de este relato, aquí.